Los inhibidores de drones y las fuerzas de seguridad

amplificador de señal de telefonía móvil

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen un nuevo desafío ante sí: detectar y combatir los sistema anti-drones. Dispositivos que cada vez son más numerosos. Lo sabemos bien porque se trata de una de nuestras especialidades junto al amplificador de señal de telefonía móvil.

El Ministerio de Defensa puso en marcha hace unos meses el ”’Proyecto Cóndor” con el objetivo de evaluar sistemas anti-dron portátiles y desarrollados sobre todo en España. En un contexto de popularización de la tecnología dron, surgen nuevos retos de regulación y seguridad. No solo en espacios urbanos, sino también en instalaciones estratégicas. Hoy día tener un dron está al alcance de casi cualquiera y los cuerpos de seguridad han de hacer frente a esta realidad. No en vano, un mal uso de estas naves no tripuladas puede suponer una seria amenaza.

 

Tres fases: detectar, identificar y neutralizar


El funcionamiento de los sistemas anti-drones se basa fundamentalmente en tres pilares: detección, identificación y neutralización. Por eso, es necesario que los sistema anti-dron integren una variedad de elementos técnicos y complementarios. No solo radares o cámaras hiperespectrales, sino también sensores y técnicas específicas para una mayor eficacia defensiva.

En la fase de neutralización de un dron es clave el tamaño del mismo. Desde ATL Europa te recordamos que los mini drones representan un reto mayor aunque, al tener menor capacidad de carga, suponen menos riesgo para la seguridad. Date cuenta que hay drones que pesan solo unos gramos. Son tan pequeños que los sistemas que había hasta el momento para detectarlos no funcionaban.

En los desarrollos anti-dron intervienen perfiles profesionales de lo más variado. Desde ingenieros en telecomunicaciones o expertos en ciberseguridad hasta especialistas en leyes y normativas de aplicación en estos casos. En este último caso, para saber qué se puede hacer y qué no para neutralizar un dron.

En la primera fase del “Proyecto Cóndor” del Ministerio de Defensa se evaluarán sistemas portátiles. A estos se les exige un 70% mínimo de diseño producción y fabricación española. El nuevo Plan Director de Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados (RPAS) incluirá las necesidades operativas, inversiones, adquisiciones y normativa hasta 2030. Porque se trata de un sector estratégico para la defensa, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. A corto plazo, se espera obtener un sistema definitivo antidrón para las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.